jueves, 1 de marzo de 2007

Miedo escénico

Artículo original por Zinexine para La Moviola [www.rafanomejodas.info]
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Curiosa definición que en su día utilizó Jorge Valdano para definir el temor del jugador contrario al saltar al estadio Santiago Bernabéu ante la incertidumbre del resultado y de su posible actuación.

Últimamente ésta cuestión se aplica a la inversa, parece ser que los jugadores del Madrid la sufren, presionados por la falta de títulos y por la pérdida del respeto, futbolísticamente hablando, de los equipos de la Liga. Claramente debido a su rácano juego y de no saber llevar el peso del partido como hábilmente comentó Helguera hace un par de días.

Pero en la Champions, la tónica en el Bernabéu no ha cambiado; y es sorprendente porque quien iba augurar que el Madrid llevaría el peso del partido después de ver los partidos de antaño ante el Levante y el Betis.

Al llegar al estadio, en estos partidos, se respira otro ambiente que acompaña con un suave cosquilleo que es difícil de explicar cuando se entona el himno de la Champions, el cuál contagia tanto a jugadores como al aficionado, un abismo en comparación con un partido de Liga, una afición lógicamente preocupada y cansada de un entrenador a otra afición que viene a animar a su equipo desde el primer momento sabiendo lo mucho que está en juego.

El partido se desarrollo con el Madrid como dueño y señor del partido, se puso delante del marcador gracias a un pase de tiralíneas de Van Nistelrooy que culmina con un gol de Raúl que da de vez en cuando un chispazo para decirnos que todavía no está en la tumba, está enfermo pero no acabado.

Helguera, ese jugador defenestrado por Capello, y no es por dar más traca al italiano que bastante tiene con los ataques de los medios de comunicación, fue el autor intelectual del segundo que empujó Raúl a la red con una cabezazo sobre la línea de gol.

En pleno éxtasis blanco, el holándes remataba la faena y el dalirio blanco al sobreponerse al gol de Lucio que dejó en cueros a un Cannavaro desorientado y a un Casillas que por arriba no luce su genialidad.

Hay que reseñar el cambio de rendimiento de jugadores como Raúl y el propio Beckham en Europa, ¡Menuda transformación!, capítulo aparte merece el holandés que sus ganas, lucha y goles me han convencido desde que pisó el Bernabéu.

Ave Fénix
La historia la empañaron dos personas o tres, si incluimos el escupitajo de Salihadmizic. Estos fueron el señor Capello con su táctica amarrategui en el segundo tiempo dándole el balón al Bayern el cuál no carbura pero siempre le queda fuelle.

El otro fue el ex del Barça, Van Bommel, que en pleno éxtasis del gol que daba vida al Bayern, dedicó dos butifarras al Bernabéu mostrando el espíritu de la afición blaugrana, no exageres dirían algunos, pero curiosamente por fin me dió la razón la redacción del diario Sport con un artículo a la altura del nivel de su periódico:

El esp�ritu del Barça

Empañó lo que pudo ser una gran noche de reconciliación entre jugadores y afición, esperemos que continue la mejoría en Liga ( peor es imposible) y que pasemos de ronda en Europa.

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