miércoles, 10 de enero de 2007

Habemus selectionis

Artículo original por Sidekick en La Moviola, rafanomejodas.info

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Tras casi 2.000 años de Historia, la Iglesia de Roma ha decidido modernizarse. En estos pecaminosos tiempos que nos han tocado vivir, en los que la piedad y la pureza de la fe se han visto corrompidas por la aparición de demoníacas sociedades democráticas y, con ellas, del absurdo concepto separador de la Iglesia y el Estado, el fútbol parece un extraordinario camino para devolver las ovejas descarriadas al rebaño. «Si no conseguimos llenar iglesias, al menos intentemos llenar estadios», han pensado en la Santa Sede. Y oigan, dicho y hecho: los castings en busca de rutilantes estrellas ya han dado comienzo intramuros, y el apenas medio kilómetro cuadrado de la Ciudad-Estado del Vaticano anda patas arriba, con cientos de eclesiásticos remangándose las sotanas y luciendo canillas a la espera de poder mostrar sus dotes futbolísticas.

Pero antes de que la selección vaticana se convierta en firme realidad, quedan numerosos cabos sueltos que atar, innumerables negociaciones que zanjar y una infinidad de conceptos que aclarar. Los representantes de la fe cristiana, así como los de la fe futbolística, mantendrán diversas reuniones en las próximas semanas y tratarán de ponerse de acuerdo en los términos y en las formas que llevarán al Vaticano a competir de forma oficial con todopoderosas selecciones como la alemana, la francesa, la inglesa o la italiana; con otras menos poderosas como la portuguesa, la holandesa o la griega; y con otras tan patéticas y pusilánimes que vergüenza nos da el tan siquiera mencionarlas, como la española.

Sin embargo, es más que probable que las negociaciones se dilaten en el tiempo, pues hay una serie de conceptos en los que parece que, FIFA y UEFA por un lado, y Vaticano por el otro, tendrán dificultades para llegar a un entendimiento. Y es que, mientras los organismos oficiales del fútbol defienden la esfericidad del balón, la Curia vaticana, fiel a sus principios y tradiciones, sostiene que éste es plano. Como se lo cuento.

Por un balón esférico y universal
Una vez solventado este primer escollo, en el que con casi total seguridad se impondrán las tesis de una Iglesia cuyas dotes de convicción se han mostrado extraordinariamente efectivas a lo largo de la Historia, los representantes de las delegaciones deberán dirimir si, contrariamente a lo que se piensa, es el sol el que efectivamente gira alrededor del balón, y el balón, por tanto, el eje de nuestro universo. Somos ya muchos los que estamos convencidos de ello. Sólo resta que esos chupatintas de la FIFA y de la UEFA se den por enterados de una vez por todas.

El acuerdo se hará esperar, pero cuando llegue, cuando Federico Jiménez Losantos pueda orgulloso exclamar que «habemus selectionis» desde ese rincón de la libertad informativa que es la cadena COPE; cuando en una de sus misas Monseñor Rouco Varela lea un pasaje del Sport en lugar de uno de la Biblia; cuando desde el fondo de un estadio se grite aquello de «hereje el que no bote», entonces el fútbol estará salvado del más oscuro de sus lados, y Barrabás, Belcebú, Lucifer, Satanás, Astaroth y el resto de demonios de Jaldabaoth se verán en la obligación de retroceder ante el avance de las Tropas de la Coalición.

Sin más, queridos hermanos de La Moviola, les deseamos felices fiestas y un próspero año 2007. Recuerden, que «habemus nativitas» y que la Liga no vuelve hasta el próximo día 6 de enero. Que ustedes disfruten de la familia y de la ausencia de fútbol.

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