jueves, 21 de diciembre de 2006

Un Madrid a la baja

Artículo original por Sideckick en La Moviola, rafanomejodas.info

Un error de cálculo me ha impedido ver el partido que la pasada noche disputaron el Real Madrid y el Recreativo de Huelva en el estadio Bernabéu. Digamos que ésta es la lectura pesimista, pues la optimista, según he leído y escuchado, es que me he ahorrado hora y media de sufrimiento y vergüenza. En esta ocasión no me queda más remedio que darle gracias a mi estulticia por pensar que el encuentro era a las 22:00 en lugar de a las 21:00.

Les confieso que ni tan siquiera me he atrevido a ver los resúmenes. «¿Para qué?», me he dicho, «si el resultado ya me lo sé y la imagen que habrá dado el Madrid me la imagino». Dicen que Uche ha marcado un golazo, pero bueno, creo que podré vivir sin verlo. Otra cosa es que lo hubiera marcado Ronaldinho, en cuyo caso habría programado el DVD para obtener una grabación digital de primera calidad y poder enseñárselo así a mis nietos y bisnietos.

Sin embargo, aparquemos momentáneamente y aunque sólo sea por un día las puyitas hacia el eterno rival, y centrémonos en lo que tenemos en casa, que bastante hay con lo que hay. Así pues, repasemos brevemente cuáles son los problemas de este club.

1.- Presión del "entorno":

Hay un exceso de hooliperiodistas a los que se les ha dado un poder casi ilimitado para soltar soplapolladas desde sus tribunas mediáticas. No hace falta dar nombres, porque todos sabemos quiénes son esos ultras camuflados, pero para que no haya dudas, y para que nadie me acuse de tirar la piedra y esconder la mano: Tomás Roncero, Roberto Gómez, Tomás Guasch, Frédéric Hèrmèl, Hugo Gatti (éste no es periodista, aunque ejerce)... Éstas y otras muchas personas se dedican a crear unas expectativas que no se corresponden con la realidad deportiva del club, y luego las hostias son de órdago.

2.- Mentalidad perdedora:

Los jugadores se han acostumbrado a perder. Saben que el chaparrón de críticas es pasajero, y que los aficionados tenemos tantas ganas de verles triunfar por el bien del Madrid que aunque les silbemos un partido, a los pocos días volveremos a estar encumbrándoles como si fuesen vedettes de cabaret. Tienen una mentalidad muy pobre. Están acomodados, con sueldos multimillonarios y contratos infinitos que no favorecen la competitividad dentro del grupo.

3.- La bocaza del presidente:

Cuando un presidente habla mucho en la prensa, mal asunto. Cuando un presidente habla más que los jugadores y técnicos juntos, el asunto no es malo, sino nefasto. No sé si la peculiar situación electoral es la que está llevando a Calderón a aparecer un día sí y otro día también vendiendo humo en los medios y soltando promesas que ni él mismo sabe si podrá cumplir. Prometer fichajes es una cosa, porque dentro de lo que cabe es algo que depende de tus propios recursos y de tus propias gestiones, pero prometer títulos es una cagada del calibre 45. Lo mejor que puede hacer Calderón, por su bien y por el del madridismo, es desaparecer de la escena pública y limitarse a dirigir el club, tal y como prometió. A los madridistas nos la sudan sus ruedas de prensa: lo que queremos es que nuestro equipo gane, con Kaká o sin Kaká, con Robben o sin Robben, con Cesc o sin Cesc. Y a un servidor, e imagino que la mayoría de aficionados estarán de acuerdo conmigo, le importan dos gónadas si las faltas las saca Beckham o la Pantoja de Puerto Rico siempre y cuando acaben en gol.

4.- Capello no es garantía de nada:

Se trajo a Capello, y mucha gente defendió hasta la extenuación el fichaje de Capello, porque Capello garantizaba títulos. No tengo nada en contra de Capello, aunque tenga una desagradable tendencia a echarle la culpa a los demás, pero sí de los que crearon falsas expectativas y sometieron al italiano, y de rebote al equipo, a una presión que no presagiaba nada bueno. Capello no es Dios, sino un simple entrenador que trata de hacer su trabajo lo mejor posible y al que, como es lógico, le pueden salir mal las cosas. A Capello se le puede responsabilizar de los fichajes realizados, pero no es el único responsable del bajo rendimiento de los Cannavaro, Emerson, Reyes, Van Nistelrooy o Diarra. También hay que mirar hacia los propios jugadores y preguntarles cuál es su grado de implicación y hasta dónde llega su voluntad por sacar las cosas adelante.

5.- Raúl, Ronaldo, Guti, Beckham, Roberto Carlos... agotados

Hay jugadores que ya lo han dado todo en el mundo del fútbol y a los que, sinceramente, ¿qué más se les puede pedir? Que rindan sobre el terreno de juego, efectivamente, pero no es culpa de ellos que aún estando en un estado de forma lamentable se siga insistiendo un día sí y otro también sobre que son los mejores del mundo. Lo fueron en su día, sí, pero han dejado de serlo y deben dejar paso a otros nuevos valores que necesitan espacio para crecer. En verano se prometieron traspasos, pero se hicieron los previsibles, los fáciles, aquellos con los que todos contábamos: Gravesen (aunque para echar a éste hubo que contratar a King Kong, que sigue de baja por estrés postraumático), Pablo García, Diogo.... Mientras, se quedaron aquellos que no pueden dar más de sí. Y es que juegan en el Real Madrid por decreto y porque, según se nos dice, son rentables incluso cuando no juegan. Míchel, Hierro, Sanchís, Redondo, Butragueño, Buyo... Por aquí han pasado decenas de extraordinarios jugadores que han dejado el club sin que éste se resienta, ¿por qué forzar las cosas? ¿por qué no dejar que la naturaleza siga su rumbo? ¿por qué no vender ahora que estamos a tiempo? ¿acaso tenemos miedo de que los que están agotados psíquicamente en el Madrid se conviertan de buenas a primeras en superestrellas otra vez? Nos equivocamos vendiendo a Morientes con 26 años, pero eso no es lo mismo que vender a Raúl, Ronaldo, Guti, Beckham o Roberto Carlos con 30 o más de 30 años. ¿Y mientras Baptista pudriéndose en el Arsenal? Nos están tomando el pelo.

6.- Un central: el eterno debate:

Desde que tengo uso de razón vengo escuchando que el Madrid necesita un central. Y de verdad, creo que es el único equipo del mundo en el que, estén como estén las cosas, lo único que hará falta siempre es un central. Así, haciendo un poco de memoria, el Madrid ha fichado a 10 ó 12 centrales en otros tantos años. Veamos: Alkorta, Karanka, Julio César, Iván Campo, Samuel, Woodgate, Cannavaro, Sergio Ramos... Y eso por no hablar de los canteranos que, igual que han entrado, han acabado saliendo: Rubén, Pavón, Mejía... Se echa de menos a Hierro porque el Madrid juega como un equipo de la 2ª división uzbeka, pero es que este equipo nunca ha estado concebido para defender, sino para atacar, y da igual que acumules centrales y más centrales si renuncias a la que, en teoría, debería ser la esencia del Madrid: el gusto por el buen fútbol.

7.- Una afición hastiada:

A la afición del Madrid le aburre el juego del equipo, y vive en permanente estado de alerta, acojonada porque un día te llega un recién ascendido y te mete tres en casa. En cualquier otro equipo semejante situación se viviría con total naturalidad, pero no en un club acostumbrado a darle beluga a unos aficionados que últimamente se alimentan a base de bocatas de chóped. El equipo no termina de agradar, y aunque tensa, esta situación se mantiene siempre y cuando los resultados acompañen, pero en el momento en el que los planteamientos amarrateguis del míster se resquebrajan, la afición pita. Y con razón.

8.- La política de fichajes:

Si pensaban que todo iban a ser malas noticias, he aquí que llega una buena: Gago ya es jugador del Madrid. Va a costar 20 millones de euros, un poco más de lo esperado, pero tranquilos, porque además de buen futbolista dicen que el chico hace la compra, cocina, plancha y huele a jazmín. Una joyita, vamos. A los pesimistas les recuerdo que Gago apenas tiene 20 añitos, así que si después de 6 ó 7 temporadas nos damos cuenta de que nos equivocamos al traerle, todavía estaremos a tiempo de vendérselo al Wolfsburgo, al Hertha de Berlín, al Fenerbahce o al Girondins de Burdeos por una décima parte de lo que costó. Dicen que se parece mucho a Redondo, así que si tirará lesionado esta temporada y parte de la que viene, y no empezará a rendir hasta 2009.

Y hasta aquí, amigos de La Moviola, este pormenorizado análisis de la situación del Real Madrid. Como de costumbre, son libres de opinar y de discrepar todo lo que les venga en gana.

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